Quinteros iguala la peor marca sin ganar

jueves, 13 de octubre de 2011

Con la derrota a manos de Colombia, el martes en el estadio Hernando Siles, Gustavo Quinteros ha igualado la peor marca de partidos consecutivos sin ganar de un seleccionador nacional. Los 13 cotejos —entre derrotas y empates— en la ‘era Quinteros’, igualan a los que en 1999 protagonizó Bolivia al mando del argentino Héctor Veira.

Ningún otro entrenador de selección nacional estuvo tantos partidos sin conocer la victoria como Veira y ahora Quinteros, racha negativa que la está sufriendo hoy el exentrenador de Blooming, Bolívar y Oriente, acostumbrado —con esos clubes— a ganar partidos y a dar vueltas olímpicas.

La peor noticia para Quinteros está por venir si Bolivia no consigue en sus próximos partidos un triunfo: si no derrota a Argentina —en noviembre próximo— pasaría a ser el seleccionador con más partidos sin triunfos, y esa ‘colección’ de malos resultados podría ampliarse aún más este año si tampoco supera a Venezuela, días después, también en partido a las eliminatorias mundialistas.

En 1999 —cabe aclarar— de esos 13 partidos que la selección de Veira no pudo ganar, 12 fueron dirigidos por el argentino, pero el restante —con el interinato de Ovidio Messa— también se lo ‘achaca’ a la gestión del Bambino.

Y es que Veira no pudo dirigir un cotejo de Bolivia en Estados Unidos, adonde el entrenador no viajó supuestamente porque un familiar suyo estaba enfermo y tenía que atenderlo; pero aquella vez trascendió que, en realidad, no podía ingresar al país debido a que le habían negado la visa.

Cuando Erwin Sánchez era el seleccionador, Bolivia estuvo sin ganar durante 11 partidos de manera consecutiva. La campaña. Bajo el mando de Gustavo Quinteros la selección lleva 13 partidos disputados entre amistosos —la mayoría— y oficiales (Copa América y eliminatorias mundialistas).

El saldo es el siguiente: en seis amistosos ha empatado tres de ellos y ha sufrido otras tres derrotas en esta etapa. En la Copa América de julio jugó tres encuentros de la primera fase, con un empate y dos derrotas.

En las eliminatorias que acaban de comenzar disputó dos encuentros y perdió ambos, uno en Montevideo y otro en La Paz. Finalmente, hay dos partidos frente a Paraguay que se toman en cuenta por la Copa Paz del Chaco, perdió uno y empató el restante.

Ya son 17 partidos, en total, sin lograr triunfos

Tomando en cuenta los 13 partidos al mando del director técnico Gustavo Quinteros, en total Bolivia lleva 17 consecutivos sin ganar, desde que por última vez se impuso en octubre del 2009 a Brasil en La Paz (2-1) por las eliminatorias mundialistas Sudáfrica 2010.

Cabe contabilizar a partir de una derrota de la selección ante Perú en el cierre de aquellas eliminatorias (2-1) cuando el seleccionador aún era el exmundialista Erwin Sánchez.

Además, queda registrado, un empate en un amistoso frente a Colombia y dos derrotas, también en partidos amistosos con México y Venezuela, cuando la selección fue dirigida de manera interina por el director técnico Eduardo Villegas.

Pero el total histórico de partidos sin triunfos de la selección boliviana se produjo —según los datos proporcionados por el periodista y estadístico Lorenzo Carri— entre 1945 y 1948, con 20 encuentros: en aquél lapso tres entrenadores estuvieron a cargo de la conducción de la selección: Julio Borelli, Diógenes Lara y Félix Deheza.

El saldo (I)
Lorenzo Carri


Aunque todos los medios subrayaron la protesta de los aficionados contra el entrenador del seleccionado, es previsible que no se produzca un cambio: primero, porque los dirigentes de la Federación (allá ellos con sus cosas) no están en condiciones de enfrentar económicamente un relevo; segundo, porque Quinteros no va a dimitir, aunque no creo que sea tan tozudo como Erwin Sánchez; y, tercero, porque los dos siguientes cotejos, ambos afuera, con Argentina y Venezuela, están a la vuelta de la esquina. Si la selección saca algún rédito de esos partidos, muchas protestas bajarán de tono. Si el equipo sigue maltrecho después de esos dos encuentros, habrá tiempo, hasta principios del 2012, para enfrentar el mal trago.

Las urgencias, los exitismos y pesimismos, han primado en las dos fechas iniciales del torneo de clasificación para el Mundial: como si no hubiese que perder ni un punto, aunque el certamen durará dos años (obvio argumento de algunos perdidosos) y ningún equipo está clasificado ni eliminado después de dos fechas.

El técnico Quinteros se puso simbólicamente la soga en el cuello cuando desdeñó los amistosos sin victorias; cuando tomó con soda la Copa América, amarga pese al insólito empate con Argentina; y cuando cargó las tintas en el cotejo con Colombia, que parecía ser la razón esencial y única de su trabajo.

Colombia, sacudida por la salida del entrenador Hernán Darío Gómez, no pudo soñar un comienzo mejor de este campeonato, aunque Leonel Álvarez —que sabe mucho de estas cosas del fútbol— habrá comprendido íntimamente que el partido del martes pudo terminar con cualquier resultado: el que se produjo u otro diferente. No creo que se engañe. Hubiese bastado otro zapatazo inesperado como el de Wálter Flores…

No todo lo que brilla es oro, recordé en algún comentario anterior, y añadí más de una vez que (aunque lo olvidemos por diferentes motivos) éste es un torneo de fútbol. Hasta mañana.

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