El presidente Morales descarta intervención al fútbol boliviano

jueves, 13 de junio de 2013
La línea del presidente Evo Morales es clara: apoya los cambios pero con otros dirigentes, no con los actuales, a la vez que descarta una intervención del Gobierno al fútbol boliviano. El Primer Mandatario dijo ayer, durante una conferencia de prensa, que es partidario de que se produzca “una nueva estructura para un nuevo fútbol en Bolivia”, pero con la condición de que entre a la FBF “una nueva dirección, una sola dirección”.

Al asegurar que eso es “lo más práctico”, dio a entender que deberían desaparecer tanto la Liga del Fútbol Profesional como la Asociación Nacional de Fútbol (ANF), y trabajar a partir de ahí con una sola cabeza, la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), pero encabezada por otros actores, en alusión a que el actual Comité Ejecutivo, al mando de Carlos Chávez, no debería continuar. 

El Primer Mandatario habló sobre el tema después de una nueva derrota sufrida por la selección nacional, el martes frente a Chile en Santiago (3-1), por las eliminatorias para el Mundial Brasil 2014, que se han convertido en un nuevo fracaso del fútbol boliviano al no poder conseguir la clasificación al máximo certamen del fútbol internacional.

El martes, un movimiento encabezado por Futbolistas Agremiados de Bolivia (Fabol), con el apoyo de los exfutbolistas campeones sudamericanos de 1963 y los integrantes de la selección mundialista de 1994, además de mutuales de jugadores y asociación de entrenadores, pidió al Gobierno una ley del fútbol y que junto con la FBF encabecen una cruzada para sacar a este deporte de los últimos lugares en el contexto internacional.

Morales admitió como una opción cierta la de encarar “de manera conjunta (con la FBF)” un proyecto, “pero con una nueva dirigencia que tenga una mentalidad de aportar al fútbol y a otras disciplinas” deportivas.

Por eso insistió en que “hay que trabajar en una nueva estructura del fútbol boliviano para que el fútbol nos represente dignamente de acá a poco tiempo”. Descartó que el Estado intervenga al fútbol, porque recordó que “lamentablemente es de propiedad privada, tiene su propia autonomía”.

“Qué bueno sería que de manera conjunta Estado y dirigentes podamos planificar la nueva estructura del fútbol, una sola dirección del fútbol”. Desde su punto de vista, “pensar (en) estatizar el fútbol va a ser un escándalo nacional e internacional. Pensar en intervenir, igual se hace un escándalo”.

El martes, el presidente de la FBF, Carlos Chávez, sostuvo que “no es cuestión de actores, sino de obrar de manera propositiva sin ver que él es don Evo Morales y yo soy Carlos Chávez. No hay que sesgar amores y desamores, ni condicionar; es cuestión de ser boliviano, sin miramiento alguno, sin condicionamientos. Espero que (el Presidente) se dé cuenta de que esto es al margen de las personas”. Ese mismo día, Evo había dicho lo bueno que sería tener “una nueva dirigencia del fútbol” para hacer “un nuevo fútbol en Bolivia”.

Si Evo fuera dirigente de fútbol

¿Después?

El presidente Evo Morales mostró una vez más su apasionamiento por el fútbol. Dijo que en algún momento llegó a pensar en hacerse dirigente de fútbol de algún club, “cuando deje de ser Presidente” del Estado, para de esa forma ayudar desde adentro en la reestructuración.

Una escuela

El Gobierno persigue la idea de “construir una gran escuela deportiva para educar a los deportistas en todas las disciplinas, donde haya dormitorios, comedor, que el Estado financie”. La finalidad es poner cuatro de estos centros en todo el país.

Quedó en nada

Hace un tiempo, el hoy entrenador de la selección nacional, el español Xabier Azkargorta, presentó a pedido del presidente Morales un proyecto para fundar una escuela de fútbol. Según el técnico, después de eso no volvieron a llamarlo.

Acusa a la dirigencia de hacer negocio con pases

Evo Morales considera que los actuales dirigentes le hacen daño al fútbol boliviano y por eso es de la idea de que vengan otros para empezar el cambio. Los acusó por “hacer negocio con los futbolistas, con pases y préstamos” e insistió en que el dirigente debe servir al deporte en vez de servirse de él, y por eso “hay que pensar en un cambio profundo”.

Defendió a los futbolistas de la selección nacional, porque “hacen mucho esfuerzo para representar al país, pero sin estructura y sin dirigentes”. Hizo notar que “algunos países sólo ganando de local ya están clasificados”, en cambio Bolivia no lo ha logrado ni teniendo a su favor “mucha altura”.

La selección boliviana ocupa el octavo y penúltimo lugar de las eliminatorias, con 10 unidades, cuando le faltan tres partidos por jugar (Paraguay, Ecuador y Perú), el segundo en casa, por tanto ya no puede alcanzar ninguno de los cuatro cupos directos a Brasil 2014. Si bien tiene posibilidades “matemáticas” de llegar al quinto puesto y disputar la serie de repechaje, otros tres seleccionados están mejor posicionados y van tras ese mismo objetivo.

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