BOLIVIA AL MUNDIAL DE 1994: 20 años de sequía

jueves, 19 de septiembre de 2013


Faltaban dos días para la llegada de la primavera. El reloj marcaba las 16:00  del sábado 19 de septiembre de 1993. En el estadio Monumental Isidro Romero, de Guayaquil, la segunda ciudad en importancia de Ecuador, concluía empatado a un gol el partido de la selección local frente a la de Bolivia.

El resultado clasificó a la Verde al Mundial de Estados Unidos 1994. Por primera vez en su historia el país asistía a la máxima cita futbolística del mundo por méritos propios. En 1930 participó en el Mundial de Uruguay, por invitación, lo mismo que en 1950, en el Mundial de Brasil, aquel del famoso "Maracanazo".

LA LOCURA

Cuando el juez colombiano John Jairo Toro pitó el final de las acciones del partido, de manera inmediata, instantánea, se desató la locura en Bolivia.

Miles de personas inundaron las calles, avenidas y paseos públicos del territorio nacional, máxima expresión de la alegría desbordada (y contenida) por tantos años de frustraciones.

En las Eliminatorias de 1989, para el Mundial de Italia 1990, Bolivia se quedó a las puertas, debido a que Uruguay contaba con mayor gol diferencia, lo que le permitió clasificar al Mundial de la península itálica. Un gol amargó lo que podía haber sido una fiesta deportiva para Bolivia.

Pero este hecho, coinciden los protagonistas de la clasificación para el Mundial de Estados Unidos 1994, fue el preludio de lo que  vendría cuatro años después.

Porque las cosas buenas no llegan de la noche a la mañana, son producto de un proceso serio, sostenido, que rinde frutos porque la tierra está bien abonada.

En 1989 dirigía la selección boliviana de fútbol el argentino Jorge Habegger, en 1993, un técnico vasco desconocido, con un  nombre difícil de pronunciar, Xabier Azkargorta, tomó las riendas de Bolivia, en medio de la susceptibilidad y dudas de hinchas, medios de comunicación (y algunos dirigentes inclusive), sobre lo que podría hacer al frente de la representación nacional. El destino reservaría al entrenador la página más brillante de su carrera profesional y una histórica para Bolivia.

UN PARO

El fútbol profesional boliviano se desenvolvía más o menos en las mismas condiciones que hoy, es decir, con altibajos y poco espacio para la preparación de la selección entre fecha y fecha liguera.

Pero como está dicho, el destino debía hacer su parte. Y ocurrió que  el naciente sindicato de los jugadores nacionales Futbolistas Agremiados de Bolivia (Fabol) ordenó una huelga general por las deudas que mantenían los clubes con sus plantillas y exigiendo la inclusión de sus agremiados en la Ley General del Trabajo.

No hay mal que por bien no venga. El daño fue grande para el fútbol profesional, pero un gran beneficio para la Selección Nacional porque dispuso de siete meses ininterrumpidos de trabajo.

Por primera vez, una selección boliviana efectuó un trabajo científico en el Centro de Alto Rendimiento de Barcelona.

GENERACIÓN ILUSTRE

A los elementos externos se une una generación extraordinaria de futbolistas, seleccionados con buen tino por Azkargorta.

En el margen de los 35 años, Carlos Trucco, Milton Melgar y Carlos Borja fueron puntales del equipo nacional.

En el otro extremo Jaime Moreno, Juan Manuel Peña, Julio César Baldivieso, Luis Cristaldo, Marco Etcheverry, con poco más de 20 años. En el medio Vladimir Soria, Álvaro Peña y William Ramallo, el goleador con siete tantos. Esta nota es un homenaje, precisamente, a ellos, los héroes de 1993.

William Ramallo. Delantero Bolivia 1993

Si se encara un proceso serio con las divisiones inferiores a largo plazo, es posible pensar en clasificar nuevamente a un Mundial en el futuro. No llegamos al Mundial de Estados Unidos 1994 por casualidad, fue la culminación de un proceso exitoso

Una gran selección

El director técnico vasco Xabier Azkargorta, contratado por la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), convocó a 22 jugadores para disputar las Eliminatorias para el Mundial de EEUU 1994.

Carlos Trucco, arquero; Juan M. Peña, defensor, Marco Sandy, defensor, Miguel Rimba, defensor, Gustavo Quinteros, defensor, Carlos Borja, volante Mario Pinedo, delantero 30, Milton Melgar, volante, Álvaro Peña, delantero, Marco Etcheverry, mediocampista. Jaime Moreno, delantero,Darío Rojas, arquero, Modesto Soruco, defensor, Mauricio Ramos, mediocampista,Vladimir Soria, mediocampista, Luis Cristaldo, defensor, Óscar  Sánchez, William Ramallo, delantero, Marcelo Torrico, arquero, Ramiro Castillo, mediocamopista, Erwin Sánchez, delantero y Julio César Baldivieso, mediocampista.

"Algo inolvidable"

Milton "Maravilla" Melgar la hacía honor a su apodo.

Era un jugador de gran dominio de balón, de modales elegantes para manejar el mediocampo. "Clasificar al Mundial de EEUU fue algo inolvidable, es algo que siempre llevo presente", comenta.

"Cuando nos clasificamos en Ecuador con el 1 a 1, nos abrazamos con Carlos Borja porque era nuestra última ocasión de ir a un Mundial, ya contábamos con 35 años", agrega.

"Parece que fue ayer"

Por su espíritu de lucha, Luis Héctor Cristaldo se ganó el apodo de "Macho".

"Increíble, parece que fue ayer, pero han pasado 20 años de la clasificación al Mundial de EEUU 1994", sostiene.

"Ése fue un equipo de hombres convencidos de que se podía llegar llejos y lo conseguimos, con mucho sacrificio", acota.

"Aunque pareciera un discurso repetido, creo que se debe trabajar mucho en las divisiones inferiores, para forjar grandes generaciones" dice el "Macho".

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