Federacion Boliviana de Fútbol

Dejó el balón en posesión de Bolivia, que urgida de anotar al menos dos tantos para superar la diferencia de goles con Ecuador, presionó sin acierto ni peligro la portería ecuatoriana durante los primeros 45 minutos.

A eso se le unió el infortunio, ya que tras un saque de esquina el remate poderoso de Leonel Justiniano rebotó en el poste derecho de la portería de Ecuador y el balón salió escupido fuera de peligro.

Los ecuatorianos, tímidos en ataque y sólidos en defensa, sólo inquietaron el arco boliviano al cuarto de hora de juego, con un gran disparo que el portero local desvió sin grandes problemas a córner.

La ineficacia de Bolivia en ataque puso nervioso al público asistente al estadio Patria de Sucre, que despidió al conjunto anfitrión con tímidos silbidos cuando el árbitro señaló los vestuarios tras la conclusión del primer tiempo.

Sin tiempo para reaccionar, los locales siguieron con su idea de asediar el arco ecuatoriano para lograr la heroica y, tras un inicio de torneo discreto, seguir optando a la medalla de oro.

Fruto de la fe boliviana nació el primer gol. Corría el minuto 70 cuando un pase largo desde la defensa, aparentemente sin peligro, fue peinado por Gilbert Álvarez, que permitió a Sergio Soruco entrar en el área con un sutil toque y batir el arco ecuatoriano.

El 1-0 dio alas a Bolivia, mientras que Ecuador, con un resultado todavía favorable para alzarse con el primer puesto, seguía con su planteamiento inicial.

Y tanto va el cántaro a la fuente, que al final se rompe. Tras la mala suerte del primer tiempo, Justiniano encontraba la justicia divina con un gran remate de cabeza, tras superar en el salto a su marcador, que colocó la pelota en las redes de Ecuador y hacía explotar de alegría a los asistentes.

Era el minuto 79 y Ecuador, que entonces tenía la plata en sus manos, se vio urgida por marcar al menos un tanto, pero la reacción y las ganas de anotar aparecieron demasiado tarde.

Los cuatro minutos de añadido se convirtieron en una pesadilla llena de golpes entre los jugadores, fruto del nerviosismo en los dos equipos.

El pitido final del árbitro, que concedía el oro para Bolivia y dejaba a Ecuador con el premio menor de la plata, no aminoró los ánimos y produjo que el cuerpo técnico ecuatoriano tratara de agredirle por alguna de sus decisiones.

Sin embargo, el resultado era claro y el podio también. Bolivia había resurgido de sus cenizas y conseguía el oro en fútbol masculino, la decimoquinta presea dorada para los anfitriones.

En categoría femenina, Colombia se impuso sin problemas a todas sus rivales al ganar todos sus partidos, incluido el disputado ayer frente a Bolivia por un cómodo 4-2.

Antes abrió la última jornada de fútbol un tenso choque Venezuela-Ecuador que acabó con la victoria de las ecuatorianas por 2-1 y la presea plateada del torneo. Las ׳llaneras׳ debieron conformarse con el bronce.