Federacion Boliviana de Fútbol

- El primer objetivo fue sacar al club del proceso de deterioro progresivo en el que se encontraba y que lo había llevado a un vacío institucional, fracaso deportivo y una debacle económica que lo puso al borde de la desaparición. Ahora, es menester instaurar un modelo de gestión deportiva y empresarial interactiva e independiente y finalmente, hacer de Bolívar una institución autosostenible, integrada a los desafíos y la dinámica del fútbol internacional globalizado.

- Por varias razones, primero porque estamos a contramano del calendario de los otros países, nos encuentra después de un torneo de verano prácticamente sin preparación. Luego porque los ingresos por derecho de TV, comparados con todos los otros países, son muy inferiores y, finalmente, porque nuestro fútbol está pasando uno de sus peores momentos. Todo esto nos obliga a tomar ‘medidas imaginativas’ para revertir esta situación, hoy mismo estamos analizando nuestra pobre participación en la Copa 2010, en la que lo único rescatable fue romper una racha de 28 partidos de equipos bolivianos sin ganar en la Libertadores.

- Le reitero que el nivel es paupérrimo y no se escucha ningún plan para sacarlo del lamentable estado en el que se encuentra.

- En lo que yo pude ver, desde que volví al fútbol, seguimos el proceso de caída y retroceso permanentes.

- Yo ya tuve mi oportunidad de dirigir la Federación del 92 al 94, todos ustedes tienen perfectamente asumido lo que se hizo en esa gestión y los logros que se consiguieron y no quise postularme a una reelección porque uno le regala su tiempo total al fútbol de forma ad honórem y luego debe volver a su profesión de la que vive. Por eso no creo en las reelecciones permanentes. Ahora estoy dedicado al proyecto de Bolívar y queda aún mucho trabajo para consolidarlo.

- No sabía que Carlos estaba en campaña, no conozco ni su informe con los logros de su gestión ni su programa de trabajo para una eventual reelección. Creo que más que nunca se deben plantear soluciones imaginativas para sacar al fútbol boliviano del ostracismo en el que se encuentra.

- Es difícil entender cuál puede ser el aporte de un fútbol incipiente al fútbol nacional, comparando con la historia, tradición y experiencia de asociaciones como las de Santa Cruz, Cochabamba, Oruro o La Paz casi centenarias. Da la impresión de que no siempre son razones futbolísticas las que priman en la selección de las autoridades que dirigen el fútbol.

- Creo que su principal tarea es la de promover nuevos talentos y ese cometido no se cumple porque los torneos que desarrollan no tienen ni la duración ni calidad deseables. Hoy siguen siendo las escuelas privadas las que generan la mayoría de los nuevos talentos, pero muy lejos de la cantidad y calidad de valores que se tenían antes de la, cada vez más sentida, partida de don Rolando Aguilera y don Enrique Happ.

- Fabol ha logrado importantes avances a favor de los futbolistas en la última década y media, y eso está muy bien, lo que no está bien es que no han habido medidas equivalentes a favor de los clubes que han visto incrementadas sus obligaciones sin incrementar sensiblemente sus ingresos, esto hace cada vez menos sostenible sus economías. Los clubes hacen un fútbol cada vez más deficitario, en el que la gran parte de los ingresos se la llevan los futbolistas profesionales.

- Es una persona que tiene un profundo conocimiento de este deporte y una valiosa experiencia administrativa, todo ello sumado al respeto que genera su nombre como uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos, que permite albergar una gran esperanza en que su paso por el Viceministerio ayude al despegue del fútbol.

- Tengo la percepción de que si se ha hecho un trabajo valioso por algunos profesionales, el mismo resultó insuficiente. Se han habilitado comisiones que luego se desactivaron, se nombraron personalidades a las que no se dio protagonismo, se privilegiaron reuniones de dos o tres personas, conciliábulos políticos o esfuerzos circunscritos a una sola área, por importante que sea, que nos han confinado a depender, como en el pasado, de la acción voluntarista de una o más autoridades de la Confederación que definirán nuestra suerte.

Todo esto en lugar de hacer un trabajo de gabinete multidisciplinario y obtener, como se pidió con tanta insistencia, un documento científico, el Libro Blanco de la Altura firmado por reconocidos profesionales y expertos, que haya sido estudiado y respaldado por cientos de personas de distintas vertientes y nacionalidades. Rompiendo así ese cúmulo de opiniones empíricas a favor y en contra, repetidas sin ningún respaldo científico por dirigentes, jugadores, técnicos, periodistas, médicos y aficionados y, definitivamente, incluyendo el asunto de la altura en los temas de singularidades futbolísticas que deben ser superados por la estrategia, la táctica y la técnica, como el calor, el frío, el miedo escénico, la superioridad técnica, la superioridad física, el tipo de piso y otros en este riquísimo y universal juego que es el fútbol.

- Primero, en las esferas dirigenciales del balompié (liga, asociaciones, federación) debemos dejar la mera retórica y pasar a la acción. El campeonato espejo o de reserva debe instaurarse de una vez y hacerlo activo y permanente de nuestro fútbol, dada la incapacidad y fracaso que han tenido las asociaciones como formadores de valores jóvenes. Segundo, el Gobierno ha realizado un esfuerzo y una inversión descomunal en dotar al país de terrenos deportivos muy aptos para la práctica del fútbol, ahora le resta la tarea de legislar y normar el uso de dichos campos para que sean los niños y jóvenes los que se beneficien, y no los barrigones que ven en la pelota un sendero a las dádivas de la cerveza.

- Las canchas deben tener un tiempo mínimo para ser utilizadas por las escuelas de fútbol y en labores de formación. Por ejemplo, Bolívar está procurando diversificar y ampliar sus escuelas de fútbol a todas las zonas de La Paz, pero en cada gestión nos encontramos con la negativa de las dirigencias que manejan las canchas, porque prefieren no alquilársela a Bolívar (ya que Bolívar está dispuesto a pagar las horas de alquiler), sino a cualquiera sin fines de formación. Y por último, dejar que nuestra burocracia retrógrada en las esferas del fútbol de formación sigan poniendo zancadillas a los niños para que compitan, ya que una diferencia abismal que tienen los chicos de países limítrofes con el nuestro, es el contar con horas de competencia antes de dar el salto al profesionalismo.

Aquí en cambio, Bolívar solicita poder contar con equipos de niños para cada una de sus escuelas y, antes de escuchar un argumento en contra, oímos la negativa sin razón, alegando motivos siempre burocráticos y retrógrados. Cito los ejemplos de Bolívar para dar noción de una realidad tangible que seguro viven todos los que, con iniciativas, tratan de sacar el fútbol adelante pero se topan con las trabas de nuestra administración futbolera.

- Estoy seguro de que no hay una fórmula mágica para elevar el nivel de nuestro fútbol, sólo se requiere un proyecto, un plan coherente, la gente adecuada y trabajo, mucho trabajo. Los recursos económicos son importantes, pero con menores recursos que los que hoy se cuentan se pudo hacer mucho más en el pasado.

- No creo que haya ningún impedimento, más aún por lo visto en el pasado inmediato, en el que se ha privilegiado a personas de países que no están en la cúpula del fútbol sudamericano, como Teófilo Salinas, de Perú, o el propio Nicolás Leoz, de Paraguay. Ojalá pudiéramos contar con dirigentes como Luis Chiriboga, de Ecuador, o Rafael Esquivel, de Venezuela, que han generado saltos cuánticos en el fútbol de sus países para que puedan hacer transformaciones a la Conmebol.