Federacion Boliviana de Fútbol

– Aquí empezó a sonar su nombre como candidato a la selección boliviana, ¿cómo ve esa situación?

– Estuve con Marco Etcheverry y hablamos algunas cosas, de trabajo, y nada más. No seguimos adelante.

– ¿De qué hablaron con Marco?

– De una reestructuración y un trabajo a largo plazo. Coincidimos en que es algo que necesita el fútbol boliviano en este momento.

– ¿A usted le gusta la idea de dirigir a la selección boliviana?

– Que piensen en Bolivia que puedo dirigir a su selección es algo muy gratificante para mí. Pero seguramente habrá otros candidatos.

Yo tengo trabajo hoy, estoy en Banfield; fuimos campeones hace seis meses, pero siempre es tentador poder dirigir a una selección.

– ¿Sigue el fútbol boliviano?

– Sí, uno está hoy conectado permanentemente con lo que pasa en el fútbol de Sudamérica. Sé que comenzó otro torneo y que se jugó ya una fecha. También del interés que hay de marcar un nuevo rumbo en el camino de la selección.

– ¿Qué sabe de las necesidades que tiene la selección nacional?

– Como decía también Etcheverry, hace falta una buena rearticulación para encaminar no sólo a la selección mayor, sino a todas las divisiones menores para tener una buena base para las selecciones futuras.

– ¿Cómo se lleva con Etcheverry?

– Bien, no jugamos juntos, pero compartimos una camiseta en diferentes tiempos, como fue el América de Cali (de Colombia); él también estuvo allá igual que yo en época anterior.

Pero le digo que no he tenido ningún otro contacto con nadie de la Federación Boliviana de Fútbol que pudiera marcar que yo soy el camino de la selección.

– Independientemente de que venga o no, ¿qué cree que se tiene que hacer para levantar un fútbol tan alicaído como el boliviano?

– Sobre todo tomar la decisión en la parte organizativa, reestructurar todo lo que es la formación de trabajo, desde los juveniles hasta la mayor. Como han hecho otros países, como Venezuela, Chile, que han avanzado, han dado un paso adelante. El encarar un trabajo serio, un proyecto, no a corto plazo, sino a largo plazo, haciendo una base de trabajo donde se puedan reunir todos los jugadores, donde vestir la casaca de la selección sea un orgullo y no una carga.

Y que los jugadores en la selección puedan revalorizarse y que los clubes los puedan prestar. Creo que el trabajo tiene que ser integral, de todas las áreas, de la directiva, de la técnica, de los jugadores, para poder hacer un trabajo serio.

– ¿Habrá condiciones en Bolivia para hacer un trabajo serio?

– Cuando hay un trabajo serio, no hay beneficios si no hay sacrificio, y el sacrificio representa arrancar de cero y cimentar las bases para que el futuro sea más alentador. Siempre es lo que uno pregona. Y la humildad, el trabajo, desde el conocimiento de poder conseguir objetivos a mediano plazo.

– ¿Es un técnico caro?

– No sé y tampoco lo puedo decir (sonríe)... Es que a veces lo barato es caro y lo caro barato. Es caro lo barato porque el trabajo no sirve y hay que pagar igual, y a veces lo caro es barato porque la producción es buena. Y no todo pasa por los resultados ni por el resultado de un partido, sino por la proyección que tenga un trabajo, como el lanzamiento de jugadores.

– ¿Si hay un ofrecimiento formal, lo tomará en cuenta?

– Me sentaría y conversaría. Tengo trabajo en este momento, pero ese club (Banfield) me hizo un contrato por dos años más con una cláusula de salida. Y si me renovaron fue porque el trabajo fue responsable, serio, ordenado y, gracias a Dios, con buenos resultados.

– Usted vino a jugar con América a Bolivia, ¿no?

– Jugué contra The Strongest, Bolívar, Oriente Petrolero. He tenido varias participaciones también contra Blooming.

– ¿Qué opina de La Paz, que será la sede de las eliminatorias, y si la altura es un buen aliado de la selección?

– Sin ninguna duda, la altura es un escollo importante para otros países, y eso hay que aprovecharlo. Pero para eso hay que tener un equipo competitivo para que se sienta cómodo de local. Hablé con Etcheverry y me dijo que hay jugadores del llano que van a La Paz tres o cuatro días antes cuando más inconvenientes tenían.

– Sí, no se aprovechó la altura...

– Pero más allá de la altura hay que tener un equipo competitivo. Hoy necesitas que un ordenamiento táctico te garantice un buen funcionamiento del equipo, y con individualidades que son las que tienen que marcar la diferencia.