Salvar al fútbol

lunes, 6 de septiembre de 2010
El fútbol boliviano tiene un sinnúmero de problemas que arrastra desde hace mucho tiempo debido, por lo general, al manejo irresponsable de su dirigencia. La crisis tocó fondo. Las últimas de las malas noticias en este ámbito aluden a la deuda impositiva de la Federación Boliviana de Fútbol y a la presunta adulteración de edades para sacar ventaja deportiva.

La Federación Boliviana de Fútbol (FBF) afronta una deuda por tributos que ronda los 50 millones de bolivianos. El remate de su sede en Cochabamba está previsto para el 20 de septiembre, y sus oficinas en La Paz correrían la misma suerte. Tan grave se ha puesto este conflicto que la FIFA advirtió a Bolivia con suspenderla de sus torneos si la FBF sigue en quiebra y no resuelve su problema impositivo.

Al toparse con la firmeza del Servicio de Impuestos Nacionales, la FBF recurrió a la FIFA y a la Conmebol y logró que una comisión llegue a mediados de este mes. La cuestión es que el presidente Evo Morales aceptó recibir a los delegados internacionales, pero no tocar el asunto de la deuda tributaria.

En una misiva enviada al presidente de la FIFA, Joseph Blatter, Morales desnudó ante el mundo la caótica situación del balompié nacional: “Me alegra saber que usted conoce los problemas que afronta la Federación Boliviana de Fútbol, no sólo económicos, sino de división profunda de sus dirigentes”, dice una parte de esa carta.

La crisis adquirió ribetes de escándalo internacional con el “descubrimiento” de la adulteración de las edades de, por lo menos, 500 jóvenes futbolistas. Valga la ironía de las comillas porque los rumores de esta práctica desleal no son nuevos y si nadie los comprobó hasta ahora, fue sólo porque más de uno se hizo de la vista gorda.

Entre lo mucho de grave que conlleva la denuncia conocida en estos días destaca la presunta adulteración de edades de cinco futbolistas de la selección Sub-15 que acaba de ganar la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de la Juventud. Esto puede destapar una maraña de corrupción inimaginable, porque la inscripción de jugadores se realiza con los papeles que presentan los interesados pero, en muchos casos, interviene la justicia a través de la extensión de documentos, se supone, legales. Ahora, el Ministerio Público está imbuido en una investigación que no debería representar mayor problema: las irregularidades tendrían que saltar con el simple cruce de datos de la FBF y del Registro Civil.

Una golondrina no hace verano; tampoco dos, ni tres. La exitosa participación de la Sub-15 en Singapur y las inesperadas actuaciones de Universitario de Sucre y Oriente Petrolero de Santa Cruz en la Copa Sudamericana son esfuerzos puntuales y no sirven como atenuantes para salvar la crisis deportiva nacional.

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